sábado, 14 de noviembre de 2009

Jag älskar dej

Hace mucho tiempo dejé de escribir... Hace mucho que el arte no aflora, que las ganas desaparecen, que el mundo se rige sólo por lo que el día depara...

Desde que te perdí, todo me cuesta el doble, el triple o directamente me excede.
Sin embargo, no creo este espacio para contarte mis desgracias, sino simplemente para decirte lo que quiero y cuando quiero... Una vez más, uso un lugar cibernético que puede durar hoy, hasta mañana, tal vez pasado, para siempre o para nunca, pero desde algún sitio necesito escribirte y decirte y hablarte y que sepas y que te ame...

Esta tarde, en medio de un viaje caótico me preguntaste "...y yo qué te doy?..." si supieras cuánto me angustia que no veas, que no sientas que en verdad sos todo para mí... que no me victimizo, como solés decirme, sino que me supera saber que ya no estás conmigo, que bajaste los brazos, que ya no me elegís a tu lado.
No sé en qué fallé, me hubiera gustado saberlo, me hubiera gustado que te jugaras y pensaras en un proyecto de vida conmigo, porque estoy plenamente segura de que hubiéramos sido felices...

Hoy te pedí que no hicieras el amor con él, pues aunque creas que es una forma de masoquismo, es lo que todos los días, todo el tiempo rompe y quiebra mis esquemas, lo que me destruye, lo que me deja sin aire, lo que temo me haga terminar con todo... porque la angustia es mucha, y ya no puedo con ella.

No sé qué es lo que te hace falta, no sé qué es lo que yo dejé de tener, o lo que es peor, nunca tuve... quizás exista la necesidad de que me vaya de tu vida, y diariamente pienso que lo mejor sería que no habláramos nunca más, pero cuando eso sucede (y como ahora mientras lo escribo) mis ojos se llenan de lágrimas, se genera un inmenso nudo en mi garganta y mi respiración se acelera....

Siempre me sorprendió mi forma de respirar la primera vez que me abrazaste, nunca creí que mis bronquios pudieran respirar de esa manera, nunca creí que nadie jamás en el mundo pudiera hacerme sentir así y mi felicidad era tan grande que lo único que hacía era preguntarme si realmente ese momento era para mí, si era real... Creí y sentí que Dios realmente existía, pues te había puesto en mi camino, yo te amaba, y me estabas haciendo feliz.

Hoy cumpliríamos exactamente 25 meses... daría todo lo que tengo por volver esos 760 días hacia atrás y que sientas las ganas que sentiste esa noche de abrazarme, de besarme, de darme la posibilidad de estar con vos, de creer en nosotras, de confiar en mi amor.... A veces me pregunto dónde quedó la persona que quiso abrazarme y hacerme suya aquella noche y qué es lo tan fuerte que este otro puede ofrecerte cuando a mí se me está yendo la vida con esta relación.

Una y otra vez te digo y te repito que sos el amor de mi vida, te suplico que vuelvas para encontrarle otra vez el sentido a todo, te amo más que a nada en el mundo

Tu Mujer